La historia gira en torno a Hans Giebenrath el niño prodigio, hijo de un burgués. Es el más sobresaliente entre los jóvenes de su pueblo, nunca nadie había salido de allí al mundo y Hans habría de salir a continuar sus estudios en un monasterio con el propósito de convertirse en teólogo.
La novela es una gran critica a los sistemas educativos, nos deja ver que siempre se procura el desarrollo del conocimiento y las calificaciones, y se deja de lado a el individuo en sí. Hans es sometido a una gran presión por parte de las personas cercanas a él, su padre, el director de su escuela, etc. El siente que todos esperan demasiado, que le exigen más de lo que puede dar.
Ya en el monasterio Hans puede ver un poco más del mundo mismo que se refleja en la variedad de compañeros con los que se ve forzado a convivir, desde Luicius el presumido sabelotodo hasta Heilner el estudiante que no se rige por sus calificaciones sino por aquello que le hace sentir bien.
En cierto punto Hans se siente confundido respecto de hacia dónde va su vida ¿Qué recompensa tiene al final ser el joven de las mejores calificaciones? ¿Es más importante hacer lo que a uno le place o hacer lo que los demás esperan?
Pobre Hans a donde va a caer, entre la presión de su familia y profesores para ser el mejor y los consejos de Heilner que lo guían a la rebeldía. Parecería que no va a soportar, descubranlo y háganse las siguientes preguntas: ¿Hacen lo que quieren o lo que los demás esperan de ustedes? Esta novela fue escrita en 1906 desde entonces ¿Cambio el sistema educativo o sigue siendo el mismo que nos guía a solo el conocimiento y desprecia el valor que tenemos como personas?
por @GodinezB
Ese libro me gusta, y mucho. Lo leí a mediados del año pasado pero en cierta forma la educación sigue el mismo patrón que cuando este libro fue escrito. Poniendo más empeño al conocimiento y olvidando incluso que no todos lo seres humanos aprenden de la misma manera.
ResponderEliminarSolo esperemos no terminar como Hans...
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