Adolecentes… ¿quién mejor que uno
para contarnos lo que es ser un adolecente?
¿Te sientes feo? Vamos, a todos nos pasa, nunca estamos
contentos con lo que vemos al espejo.
¿Te dejas llevar por tus amigos? Y
pues, ¿quién no lo ha hecho?
¿Te gusta beber? A nuestra edad,
no importa lo que digan, beber es el deporte más practicado.
¿Le haces a las drogas? Al menos una vez, todos lo hacen al menos una
vez.
¿Te amenazan de muerte? Mmm, no
es lo normal, pero suele pasar.
¿Te busca la interpol, unos
matones y el F.B.I? Mejor agárrense,
porque esto se pondrá interesante.
Maya Vidal, es una americana de
diecinueve años que fue criada por sus abuelos, ya que su padre estaba muy ocupado volando entre las nubes y a su madre no se le
ocurrió una mejor idea que dejarla una noche en la casa de sus abuelos y jamás volver.
Con una educación liberal, Maya
prefería quedarse la mayor parte del tiempo en casa, con su Nini y su Popo (los
abuelos) mientras escuchaba las locas teorías astrales de su Nini y soñaba con
casarse algún día con alguien tan interesante y bello como su Popo, pero ¿qué tiene todo esto de interesante?
Pues como les dije al principio,
adolecentes, no saben otra cosa que hacer más que meterse en problemas. Cuando
Maya se dio cuenta que nunca encajaría en ningún grupo en la secundaría, comenzó
a juntarse con “las vampiro”, llamadas así por su extraña forma de vestirse y
su no grata obsesión por los colores obscuros, con ellas Maya aprenderá sobre drogas, sexo, estafa e incluso le
romperá el corazón a un tal Ricky Laredo.
Las malas compañías le irán ayudando a cavar su
propia fosa, una fosa tan profunda que
llegará a las alcantarillas de Las Vegas y con un par de pistolas tras
sus espaldas, por suerte aquella fosa no
es tan profunda como parece. Con la ayuda de su Nini y su amigo Manuel Arias,
Maya encontrará la paz que necesita en Chiloé, un archipiélago al sur de Chile.
Donde la gente la recibirá con
los brazos abiertos, Blanca le enseñará sobre la historia chilena y Juanito le
pedirá con insistencia que le lea todos los libros de Harry Potter, Hasta la mujer
con más años en la isla teñirá lana para hacerle un poncho, todos, excepto
Manuel que se muestra algo arisco con ella, lo que a ella le hace preguntarse ¿cómo es que
él había aceptado refugiarla en su casa, si no se siente a gusto con ella? ¿De dónde
conoce a su Nini? ¿En verdad es meramente un conocido de la infancia?
Isabel Allende, conocida por
libros como “La casa de los espíritus” (1982), “Eva Luna” (1987), “La ciudad de
las bestias” (2002) y “EL Zorro: la leyenda empieza” (2005), se tomó muy
enserio lo que sus nietos le dijeron: “Escribe algo que nos interese a nosotros”.
Y vaya que lo logró.
“El cuaderno de Maya” además de ser
una lectura ligera y fácil de seguir, es entretenida y con muchos datos históricos
que rondan por la época de Pinochet, ¿quién dijo que aprender era aburrido?
Isabel lo hace sumamente entretenido.
Aunque lleva un inicio un poco
tedioso, el desarrollo es entretenido, como un rompecabezas que se va armando
solo, y un desenlace un poco obvio, peor con un toque de picardía que los
dejará con una sonrisa al final.
¿Será que la
gringuita podrá sobrevivir en Latinoamérica? ¿A los deliciosos curantos, Milcaos
y chuletas chilotas? Pues mejor descubrirlo.
Por @AlesK93
Bueno, sé que si todos dejamos un pequeño comentario con nuestra opinión, +books podría mejorar :D Así que... ¡Aquí va! :D
ResponderEliminarLa verdad, cuando vi la reseña (Sí, apenas hace unas horas D:), y aún más, cuando vi que el libro era de Isabel Allende, me emocioné muchísimo, demasiado si puedo decir. Pero al encontrarme con la reseña, sentí que le faltó algo.
Quiero preguntar algo, ¿Te gustó el libro? Por que bueno, cuando me gusta un libro, y quiero hacer una reseña, o contárselo a alguien, lo cuento y lo escribo con emoción, me centro en la historia que tengo frente a mis ojos, me siento como un personaje más, viviendo y sintiendo la historia que se está contando.
Es un poco extraño, por que cuando, escribes o cuentas algo con emoción, y con interés, hasta se ve el cambio de lo plano y vacío, a lo satisfactorio e impresionante.
Siento que, tal vez eso fue lo que le faltó: Que le pusieras la chispa para que se viera lo que quisiste transmitir al leer "El cuaderno de Maya" :)